El pequeño Santiago es dado de alta por meningitis; sin embargo, preocupa a familia ausencia de justicia
Fotografía (Cortesía Google)
El coraje y la impotencia de José se dejaba sentir en cada respuesta que daba al hablar sobre las condiciones de salud de Santiago su hijo de 8 años de edad y quien fuera sometido hace ya más de 5 meses a una operación quirúrgica fue diagnosticado con meningitis.
Santiago habría sido intervenido inicialmente en el Hospital del Parque, uno de los cuatro que fue clausurado después de realizar las primeras investigaciones por las autoridades y donde se determinó que habían ocurrido los primeros casos de meningitis en Durango.
José, reside en los Estados Unidos desde hace 13 años, y trabaja en la industria de la manufactura. Preocupado por la salud de su hijo, relató brevemente qué a partir de esa intervención, el calvario comenzó.
“Lo llevé al hospital en Durango y solo lo tuve ahí un día y una noche y decidí sacarlo de ahí porque no es posible la atención que ahí les dan, nos falta mucho a nuestro México, a nuestro Durango en atención, mejor trato y justicia”, explicó.
“Solo quisiera saber por qué no han hecho nada, no hay detenidos, no hay culpables, no hay justicia, solo mucha negligencia de parte de las autoridades y tantas muertes provocadas por las manos de alguien por los ojos de alguien es una completa estupidez”, exclamó José.
Dijo que al momento de haber tomado la decisión de llevarse a su hijo a Texas, los médicos en Durango le señalaron que era su responsabilidad y que ellos ya no podían haber hecho nada sobre la enfermedad de Santiago.
Según la Secretaría de Salud, al cierre de esta edición se reportaban 79 casos confirmados y 31 defunciones.
José aseguró que a partir de que Santiago fue internado en el Cooks Hospital en Fort Worth, de eso hace ya casi dos meses, el trato que recibió fue totalmente lo opuesto a lo que se vio en Durango.
“Mi hijo ha sido atendido de forma excepcional, como nunca, y eso no se compara con Durango”, enfatizó.
Agregó que ha estado en contacto con David Payán, enlace entre familiares de pacientes de meningitis y el sector salud, sin embargo, señaló “no ha habido un avance en concreto; no pido ayuda ni que me den nada a cambio solo pido justicia y que la gente se entere de lo que sucede para que esto no vuelva a pasar”.
Sobre las visicitudes que esta familia ha tenido que enfrentar para salir adelante con la enfermedad del pequeño Santiago están las emocionales, el ámbito laboral y por supuesto las económicas.
“Cuando llevé a mi niño a un cuarto de emergencias por 3 días el costo fue de más de 11 mil dólares; hoy tiene ya casi dos meses en el hospital así que ni idea tengo de cuanto es lo que costará”, señaló.
Dijo además que el tiempo que estuvo en Durango y todo el proceso que realizó para poder trasladarlo a Fort Worth, fue muy costoso; “ellos saben lo que gasté, el vuelo del avión y el traslado y no recibí ningún tipo de ayuda económica”, aseveró.
Preguntado si alguna organización comunitaria o duranguenses en el extranjero se habrían manifestado en apoyo a la causa, José mencionó no saber nada al respecto, sin embargo, aclaró estar abierto a ello y desde luego platicarlo para saber cómo sería ese apoyo.
Por el lado del soporte moral, José dijo que la familia ha sabido responder y tiene el apoyo total de ellos.
Hoy, en el pensamiento de José se mantiene una idea fija, “¿y justicia cuando habrá? esto ya quedó impune”, señaló.
Por lo pronto, Santiago ya está en casa, acompañado de su mamá, papá y de su hermanita de 5 años de edad.
Elizabeth, madre de Santiago dijo sentirse feliz pues finalmente su hijo regresó a casa. “Imagínese como me siento de feliz, de tener de nuevo a mi hijo en casa”.
Elizabeth, preguntada sobre si el pequeño Santiago le había hecho alguna petición en especial, afirmó, “apenas salió Santiago y me pidió que lo llevara a casa porque quiere estar con ´Lobito´ su perrito, a quien tiene de mascota”.
Santiago, dijo su mamá, estaría asistiendo una vez por semana al Cooks Hospital para una revisión de rutina. No especificó por cuanto podría ser esto.
Por Luis Ángel Galván Peimberth
@enlacemagazine