DHS va contra Universidad de Harvard
Este día, la Secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Kristi Noem, anunció la cancelación de dos subvenciones del DHS por un total de más de $2.7 millones a la Universidad de Harvard, declarando que no es apta para recibir fondos públicos.
La Secretaria también escribió una carta mordaz exigiendo registros detallados sobre las actividades ilegales y violentas de los titulares de visas de estudiantes extranjeros de Harvard antes del 30 de abril de 2025, o se enfrentarán a la pérdida inmediata de la certificación del Programa de Estudiantes y Visitantes de Intercambio (SEVP).
“La arrogancia de Harvard ante el antisemitismo, impulsada por su débil liderazgo, alimenta un pozo negro de disturbios extremistas y amenaza nuestra seguridad nacional”, declaró Noem.
“Con la ideología antiamericana y pro-Hamás contaminando su campus y sus aulas, la posición de Harvard como una institución de educación superior de primer nivel es un recuerdo lejano. Estados Unidos exige más de las universidades que reciben fondos públicos”.
La subvención de 800,303 de dólares para la Ciencia de la Implementación para la Prevención de la Violencia Dirigida calificó a los conservadores de disidentes de extrema derecha en un estudio sorprendentemente sesgado.
La subvención de 1,934,902 para la Evaluación del Programa de la Campaña Azul y el Asesoramiento sobre Violencia financió la propaganda de salud pública de Harvard. Ambas socavan los valores y la seguridad de Estados Unidos.
Esta medida se produce tras la decisión del presidente Donald J. Trump de congelar 2,2 mil millones en fondos federales a la Universidad de Harvard, proponiendo la revocación de su exención de impuestos debido a su ideología radical.
Desde el ataque de Hamás contra Israel el 7 de octubre de 2023, los manifestantes y profesores de Harvard con visas extranjeras han difundido odio antisemita, dirigido contra estudiantes judíos. Con una dotación de 53,2 mil millones, Harvard puede financiar su propio caos; el DHS no lo hará. Y si Harvard no puede verificar que cumple plenamente con sus requisitos de información, la universidad perderá el privilegio de matricular a estudiantes extranjeros.
