Desde su creación en abril del 2003, la misión principal del Instituto de los Mexicanos en el Exterior fue la de atender las iniciativas y necesidades de las comunidades de mexicanos en el extranjero.
Las circunscripciones representadas en los diversos estados de Estados Unidos y Canadá a través de sus consejeros, eran propuestos por los Comités Locales Electorales ante el Consejo Electoral Local y los concejeros elegidos eran los portavoces de las demandas y necesidades propias de la diáspora mexicana.
Con el tiempo, las funciones de estos fueron cambiando debido al capricho y deseos del gobernante en turno, lo que llevó a degradar totalmente la figura de estos concejeros coartando además su libertad de expresarse y participar de manera política en la vida de su país de origen.
Hoy a 21 años de su creación y después de haber sufrido una serie de cambios que poco han abonado a la causa, llega Tatiana Clouthier quien estará al frente de este organismo dependiente de la Secretaría de Relaciones Exteriores.
Y es que a necesidad y el entendimiento de la comunidad migrante requiere de conocimiento sobre tamaña responsabilidad.
La complejidad de la política migratoria obliga a una inmersión total en la comprensión de los requerimientos de los mexicanos en el extranjero, pues no solo será atender a los recién llegados es también el abordar asignaturas pendientes con la comunidad de mexicanos que están conformados por varias generaciones y donde la población de origen es de más de 32 millones en los Estados Unidos.
Opiniones de algunos extitulares del IME
En su momento, directores de ese instituto habrían declarado a este reportero las expectativas de ese organismo.
En abril del 2008, Cándido Morales, oaxaqueño, y quien fuera nombrado por Vicente Fox Quesada, primer directo de ese instituto, se reunió con la comunidad migrante del Norte de Texas.
Ahí, Morales escuchó de viva voz las demandas de la comunidad mexicana.
Morales, representaba la imagen de un migrante, su aspecto físico pretendía mezclarse y acceder a un mejor diálogo con la comunidad.
En sus giras de trabajo, Morales interactuó con migrantes mexicanos en el Metroplex, y en el 2008 tuvo que lidiar con las verdaderas necesidades de la comunidad.
Una de ellas era el intentar resolver el acoso que 250 trabajadores o jornaleros mexicanos sufrían por parte de las policías locales en el Norte de Texas, asi como el grupo civil llamado “Minutemen”, quienes se apostaban a las afueras de los Centros Diarios de Trabajo para registrar vía fotografías y toma de placas de vehículos de todos aquellos mexicanos que acudían en busca de trabajo.
Señor Cándido Morales
Director del Instituto de los Mexicanos
En el Exterior.
Presente:
El suscrito, Pío Valencia, representante de la Unión de Jornaleros de la ciudad de Garland, a través de estas líneas, queremos presentarnos ante usted y hacerle llegar un saludo de los más de 250 jornaleros, todos ellos mexicanos, mujeres y hombres, quienes día con día salimos a las calles a buscar el sustento diario para nuestras familias, las de aquí y las de nuestro México querido.
Nuestra organización nació en septiembre del 2006, derivado de los constantes persecuciones y acosos del departamento de policía de la ciudad de Garland y de grupos racistas y anti inmigrantes conocidos como los “Minutemen”, los cuales amparándose con la justificación de defender las fronteras de su país de los “ilegales que solo viene a robar el trabajo y sustento de los norteamericanos empleándose por menos salario”, eramos constantemente video grabados, con el fin según ellos, de aportar evidencias al departamento de inmigración de este país de que nosotros como ilegales solo somos unos delincuentes y que es preferible que seamos deportados a nuestros países de origen.
Nuestra gente, ha dado gran parte de su vida a este país como a nuestro México, y creemos firmemente en que la unión de esfuerzos solidarios puede lograr progresos significativos para nuestra comunidad inmigrante.
Es por eso que a través de estas líneas, nos dirigimos a usted, como un representante de nosotros los mexicanos en el exterior, pues no queremos continuar siendo ignorados y solo representar un número dentro de la estadística nacional al momento de contabilizar las remesas que con tanto esfuerzo enviamos hacia nuestro país, somos personas que tenemos poder de decisión, que anhelamos, que también soñamos, y parte de ese sueño es lograr ser aceptados sin distingos de ninguna especie dentro de una sociedad pujante y que busca ser aceptada como tal.
Nuestra comunidad migrante es trabajadora, responsable, capaz y sabe tomar los retos que la vida diaria le presenta, y en ocasiones arriesgando su propia vida por lograr obtener el sustento diario.
Sabemos que usted sabrá llevar este mensaje a los mexicanos que están al otro lado de esta frontera y que en un futuro no lejano podamos los que estamos aquí formar parte de los proyectos y decisiones del gobierno mexicano para mejorar la vida de quienes en este momento somos los protagonistas del primer ingreso bruto nacional que son las remesas.
Agradecemos de antemano su atención y esperamos que el tiempo y las acciones de los encargados de la toma de decisiones sepan apreciar el esfuerzo de cada uno de los que con sacrificios hemos dejado todo por perseguir una meta que desgraciadamente en nuestro país nos fue negada.
Pío Valencia
Vicepresidente de la Unión de Jornaleros de Garland
La reunión de Morales con Valencia, representante de trabajadores no tuvo efecto alguno a pesar de la vasta y nutrida información que se le proporcionó y solo se limitó a recibir una carta de los trabajadores y asegurar que se tomarían cartas en el asunto, situación que no cambio y el acoso por las autoridades y grupos de resistencia civiles continuaron.
En otro momento, el 25 de enero del 2013, Arnulfo Valdivia Machuca, también director del IME, expresó su punto de vista sobre la desaparición del IME por no cumplir con las expectativas de la comunidad de mexicanos en el exterior.
“Pensar en desaparecerlo en su forma actual tendría poco sentido, si no se hace una profunda reflexión antes, sobre qué cosas se tienen que atender”.
Señaló además qué si bien es cierto que el IME tiene muchas áreas de oportunidad, tampoco está en un punto donde merezca ser desaparecido para formar uno nuevo, “creo que lo que sí hay que consolidar de manera importante es la capacidad del IME para combinar programas de manera transversal”.
En cuanto al respeto a los derechos de los paisanos en el exterior, dijo que los mexicanos que están fuera de México no son un solo mexicano y no todos sufren las mismas realidades, pero indicó que hay que elevar la calidad de vida de los mexicanos en los lugares donde están siendo violados sus derechos y, por el otro lado, crear más y mejores estrategias de protección consular.
“Habría que enfocarse en los casos de alto impacto que generan precedentes, para que no se vuelvan a repetir. Por un lado, fortalecer paralelamente la organización comunitaria y la presencia de las organizaciones comunitarias en la política, eso no lo hacemos nosotros directamente, pero nosotros tenemos los espacios y podemos generar también las facilidades… y que se reúnan”, destacó.
El 15 de enero del 2014, Ernesto de Lucas Hopkins, en ese entonces al frente del IME, al ser preguntado sobre la figura de ese instituto y el papel que jugaba al representar a los mexicanos en el extranjero, señaló:
“Esto debe de ser tanto al interior de su estructura burocrática gubernamental, pero sobre todo hacia el exterior con nuestros connacionales; está muy claro que hoy tenemos que identificar cuáles son las necesidades reales para atender a los mexicanos que están fuera del país”.
Se le mencionó una crítica reciente de mexicanos en el exterior sobre si el IME ya quedó rebasado y no responde a las necesidades de los connacionales y que se requiere de una nueva figura como una Secretaría del Migrante.
De Lucas Hopkins contestó que “esos son procesos legislativos que se tienen que cumplir acá en México, una vez analizado el tema con esas voces (críticas de mexicanos en el exterior), con datos duros, con sus vivencias, con la realidad que a ellos les toca vivir se pudiera empezar a explorar ese nuevo estatus que se le debería dar al Instituto”.
“En lo que de bote pronto pudiera decir -y tienen toda la razón- es en el hecho de que el IME tiene que evolucionar y que hoy las necesidades de nuestros connacionales no son las mismas que hace diez años, y el IME tiene que ajustarse a las exigencias que ellos nos digan”.
Dijo que no se atrevería a decir que el IME ha quedado rebasado, “para ello tendría que tener una serie de datos para sustentarlo”.
Por Luis Ángel Galván Peimberth
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