Hoy, en un comunicado de prensa, el Departamento de Seguridad Nacional, Nacional (DHS), dio a conocer que la administración de Donald Trump se encamina a romper récords históricos y deportar a casi 600,000 inmigrantes indocumentados para el final del primer año, desde su regreso al cargo.
El documento cita además que un millón seiscientos mil inmigrantes indocumentados se han autodeportado voluntariamente, en total serían dos millones de personas que ya no están en ese país.
“Las cifras no mienten: 2 millones de inmigrantes indocumentados han sido expulsados o autodeportados en tan solo 250 días, lo que demuestra que las políticas del presidente Trump y el liderazgo de la secretaria Noem están dando resultados y garantizando la seguridad de las comunidades estadounidenses”, declaró la subsecretaria Tricia McLaughlin.
McLaughin dijo además que, “el aumento de las medidas de control migratorio, dirigidas a los más desfavorecidos, está eliminando a cada día más inmigrantes indocumentados delincuentes de nuestras calles y envía un mensaje claro a cualquier otra persona que se encuentre en este país sin documentos: autodepórtense o los arrestaremos y deportaremos”.
Señaló también que, “ la era de las fronteras abiertas ha terminado. Durante cuatro meses consecutivos, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP) no ha liberado a ningún indocumentado en el país”, y agregó, “el resto del mundo está escuchando nuestro mensaje. Las medidas de control migratorio del DHS también están disuadiendo de forma demostrable a los inmigrantes indocumentados de intentar venir aquí”.
Un estudio reciente de las Naciones Unidas informó que las políticas migratorias del presidente Trump resultaron en una reducción del 97% en el número de inmigrantes indocumentados que se dirigen al norte de Estados Unidos desde Centroamérica. Ese mismo estudio reveló que el 49% de los posibles inmigrantes indocumentados que decidieron detener su viaje hacia Estados Unidos lo hicieron porque pensaron que sería imposible ingresar al país bajo el mandato del presidente Trump. Asimismo, el 46% afirmó que el temor a la detención o la deportación los llevó a abandonar su intento de ingresar ilegalmente a Estados Unidos.
Mientras tanto, el DHS gracias a la Ley “One Big Beautiful” del presidente Trump, continúa impulsando las contrataciones y acelerando los arrestos y deportaciones de inmigrantes indocumentados.
Hasta la fecha, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) ha recibido más de 150,000 solicitudes en las últimas semanas, y el 100% de los nuevos empleos generados se han destinado a ciudadanos estadounidenses.
La capacidad de deportación continúa aumentando a medida que la Secretaria Kristy Noem negocia nuevos centros de detención como Alligator Alcatraz, Speedway Slammer, Cornhusker Clink y Louisiana Lockup. El DHS también anunció recientemente la firma de más de 1,000 acuerdos 287(g) en 40 estados.
Por Luiis Ángel Galván Peimberth
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