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Proceso electoral 2024, ¿Una nueva oportunidad?

Luis dos

Con el inicio del proceso electoral idealmente marca la pauta para un nuevo comienzo, sin embargo, los rostros solo repiten en otros partidos; es decir, pan con lo mismo, dirían los abuelos.

Y es que la posibilidad de que se logre un cambio a través de la política en México es como desear que los políticos sean menos corruptos y más honestos.

Para Durango el panorama no pinta nada bien; las luchas intestinas al interior de los diversos institutos políticos y la “necesidad” de no pocos personajes en su afán por figurar en estas elecciones los ha llevado a renunciar a los llamados principios que en su momento rigieron su participación política hoy son desechados como cualquier envoltura.

Las negociaciones para ocupar los codiciados espacios estarán condicionadas a compromisos que a mediano y largo plazo redituarán grandes ganancias para el dueño del balón.

Así también se mantendrán los reclamos por aquellos que en su momento y con argumentos bien sustentados vieron frenadas sus aspiraciones para contender por su propio derecho y representar los diversos sectores de población, en particular a las comunidades vulnerables.

En ello se agrega también el poco interés de los legisladores locales por reconocer y otorgar los derechos a los migrantes para ejercer el voto y elegir a los diputados a nivel local.

Se habla de equidad y reconocimiento de derechos; en el papel suenan muy bien, pero en la práctica dista mucho de la realidad.

Por Luis Ángel Galván Peimberth

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