Comercio informal gana terreno en medio de una crisis económica
DURANGO, Dgo.-A dos años de pandemia por el Covid-19 en Durango, las afectaciones sobre todo en materia económica siguen saliendo a la luz.
Uno de los sectores que más han sido impactados es el económico en donde empresarios, así como comerciantes formales e informales han sido el blanco directo de ello, en particular estos últimos.
Esteban Martínez, originario del Estado de México, es un comerciante informal y recorre las calles de esta ciudad vendiendo tepache y fruta de temporada.
Desde hace mucho tiempo llegó a Durango en busca de mejores condiciones; emprendió su negocio y aunque no cumple con las disposiciones hacendarias, la actividad que desarrolla es el sostén económico principal para la manutención de él y su familia.
“Viene uno aquí con la esperanza de poder hacer algo; aquí es una ciudad tranquila en comparación a otros lados”, y agregó, “sí dejan trabajar, entonces hay manera de sobrevivir aquí”.
Esteban aseguró ganar en promedio mil 500 pesos semanales; de él dependen cuatro personas, sus gastos incluyen pago de renta y sostenimiento familiar.
Consultado, Jorge Ochoa Arámbula, presidente de la Cámara Nacional de Comercio, (Canaco); derivado de la pandemia se tuvo un incremento del 60 por ciento en el comercio informal, donde los sectores más “golpeados” fueron los de comida y las panaderías.
El impacto de esto, se vio reflejado también en el cierre de negocios formales donde quienes se vieron en esta situación hubieron de darlos de baja y ofertar su mercancía, incluso equipo a través de redes sociales; esta acción, calificó Ochoa Arámbula, es considerada comercio informal.
Para Javier Torres, también comerciante informal, se dedica a vender escobas, trapeadores y algunos otros artículos por espacio de seis horas diarias; “a veces vendemos 200 o 150 pesos diarios, o 300 a veces, recorro unos 10 kilómetros”.
Javier también es originario del Estado de México y la idea de venir a Durango fue con el fin de vender más mercancía aquí, pues esta dinámica de trabajo es común en su estado de origen.
“Salimos a buscar el pan de cada día a otros lados, a otros horizontes”.
Este vendedor ambulante expresó su inconformidad por la ausencia de respuesta de las autoridades para aplicar con honestidad y equidad los recursos obtenidos vía impuestos de los ciudadanos, así como la falta de prestaciones debido a su estatus de comerciante informal.
“Está canijo, desafortunadamente, el Gobierno entra a robar, si dijeran que los impuestos que nosotros pagamos se repartieran, serían menos pesadas las cosas, pero desafortunadamente no”, expresó al ser cuestionado sobre la situación de desempleo general en todo México, pues él no cuenta con ningún tipo de prestaciones ni apoyo gubernamental, pues es comerciante informal.
Miguel Camacho Herrera, presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados (Canirac), el impacto a este sector es porque en medio de la complicada situación económica, mucha gente ha recurrido a la venta de comida en su misma casa.
Según Camacho Herrera el comercio informal en venta de comida incrementó en un 56 por ciento.
Para la Cámara Nacional de la Industria Panificadora (Canainpa) es de alrededor de un 60 por ciento.
Carlos Rodríguez Blanco, 56 años de edad; se dedica a la venta de donas y las ofrece de casa en casa. Su meta cada día es que le compren 60 donas, los domingos es un mejor día porque tiene que vender 80.
De cada una se gana cinco pesos, de ahí que su ingreso diario –si logra posicionarlas todas- es de 300 pesos. “Las menos que nos puedan quedar, porque luego, luego, se nota que no son del día, entonces mañana ya no las puedo vender”.
Carlos explicó que durante la pandemia el no dejó de salir ni un solo día, pues si no sale a vender, no tiene entonces para comer. Explicó que le fue complicado vender sobre todo en los días en los que la genta no salía de casa, pues no había nadie a quien ofrecer su producto.
En algún momento se quedaba al exterior de las salas de cine, pero al cerrar estos se vio afectado en su venta.
Beatriz Zamora, presidenta de la Cámara Nacional de Comercio en Pequeño, (Canacope), “el comercio informar afecta al formal, puesto que nosotros estamos legalmente cumpliendo con todas nuestras obligaciones”, pero además de ello, porque no respetan espacios en el Centro Histórico”, señaló.
En un recorrido por calles de Durango, Enlace Conexión Entre Culturas detectó que gran parte del comercio informal es por personas que vienen de otras regiones de México.
Carlos, de 56 años, explicó que durante la pandemia el no dejó de salir ni un solo día, pues si no sale a vender, no tiene entonces para comer.
Sin embargo, sí le fue complicado vender sobre todo en los días que la gente no salía de casa, pues no había nadie en las calles a quien ofrecer.
Desde la visual de Canacope, los comerciantes formales han sido “golpeados” incluso hay una alerta derivada de las bajas ventas que se reportan; “la venta sinceramente está muy baja, la movilidad está muy baja en el corazón del centro, los negocios son vacíos, es un llamado a la ciudadanía para que se acerquen a consumir al negocio local formal”, puntualizó.
Por Perla Rodríguez Contreras
Especial/Enlace magazine