DURANGO, Dgo.-Si bien todas las mujeres tienen el mismo valor y son importantes por el simple hecho de su género, lo cierto es que a cada una se le presenta un escenario distinto. Algunas en condiciones totalmente favorables, y a otras en medio de complicaciones múltiples.

Este 8 de marzo se celebra el Día Internacional de la Mujer 2022, en conmemoración por la lucha de las mujeres por su participación en la sociedad y su desarrollo íntegro como persona.

Sarahí Rodríguez Luna, de 25 años de edad, madre de familia, trabaja desde hace cuatro años en un puesto ambulante vendiendo diversos productos, mismo que está ubicado sobre calle Patoni, entre 5 de Febrero y 20 de Noviembre.

 

“Aquí me verán todos los días, aquí yo le vendo nopales, nueces, empanadas, miel. De 8:00 a 7:30 o las 8:00 depende cómo vaya la venta. Es negocio de mi patrona, yo le ayudo a ella”.

Sarahí explica que las condiciones en las que ella labora son muy precarias, pues es un espacio  ambulante, sin prestaciones sociales, sin contrato, y solamente de palabra, además de que tampoco hay una paga redituable; sin embargo, las expectativas de Sarahí la llevan a decir: “tengo años de conocerla, me va muy bien, nunca la dejaría. Es buena persona”.

Afortunadamente, esta trabajadora informal cuenta con el apoyo de su esposo, quien es albañil; ambos laboran para la misma patrona lo que les permite, aunque de manera ajustada mantener a sus dos hijas.

Israel Soto Peña, titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), explicó que son muchos los pendientes hacia las mujeres, “todavía siguen teniendo salarios menores a los de los hombres, tienen menos nivel educativo, lo que conlleva a que sus trabajos e ingresos sean menores”.

Patricia Alanís Quiñones, titular del Instituto Municipal de la Mujer, reconoció que persiste el problema que no hay una igualdad de salarios; “a quien le corresponde que es la Legislación, están trabajando en eso”.

En busca de apoyar, aseguró Alanís Quiñones,  en el IMM impulsan una campaña de oficios no tradicionales, que les permite autoemplearse, o ser sujetas a un empleo formal.

“Hemos capacitado en jardinería, carpintería, también hechos hecho mujeres electricistas, en herrería, y próximamente vamos a estar en el taller de mecánica automotriz. El año pasado logramos un grupo de 60 mujeres, y este año esperamos poco más”.

En esta estrategia, aseguró la directora de ese instituto, se tuvo participación de personas desde los 18 y hasta los 62.

Por su parte, Soto Peña reconoció que se tiene un 2.9 de desempleo en general, de acuerdo a la encuesta más reciente. “la desocupación es 60 por ciento mujeres, contra 40 por ciento de hombres, en ese porcentaje”, explicó.

Y aunque no siempre el trabajo desempeñado ya sea de manera formal o informal hay quienes encuentran en actividades informales una satisfacción, pero también una forma de vida.

Para Leticia Castillo Luna quien es conocida como “Borboleta”, una payasita que es asidua a los cruceros encontró en esta expresión en la representación de este personaje una satisfacción y un beneficio económico, con la ayuda de los conductores.

Borboleta tiene 26 años y desde hace dos se dedica a esto, junto a su esposo.

“Me animé a venir a los semáforos, donde de que te ven te ven, y agarras ánimo”.

Para ello, dijo, comenzó a investigar sobre el espectáculo del circo y de esa manera entender mejor su papel. Explicó que recientemente estuvo en Mazatlán donde se llevó a cabo el Festival Mundial del Circo.

Borboleta, anteriormente era empleada de una empresa, de la cual quiso omitir detalles; renunció en busca de hacer lo que más le gusta, pese a todo pronóstico.

“Recurrí a esto por gusto, en realidad empleo donde quiera vas a encontrar. Más que nada por mi gusto al malabar y al circo. Mi pareja es payaso también, ya lleva más tiempo”, y agregó, “esto es rentable, sale la comida, lo del día, también viajamos; es complicado de repente porque no sabes si te va a tocar un lugar padre, o no, ahí te la vas llevando”.

También, hay quienes buscan emprender, a fin de llegar a mejores condiciones para su familia. Es el caso de María de los Ángeles Garza González, panadera y ama de casa.

“Ya tengo 18 años con la panadería; conforme pasó el tiempo fui aprendiendo más y más, fue aprender otra y otra cosa, después de ser complicado, se hizo más fácil”.

Para María de los Ángeles ha sido complicado tener que hacerse cargo de una empresa y de una casa, pero asegura que, si bien cada día es pesado, ha logrado encontrar las habilidades, “tiene uno que encontrar la forma de estar como ama de casa, como madre de familia y como trabajadora. Yo estoy día y noche aquí, no tengo un descanso, horas y se acabó”.

Asegura que en su camino queda claro que las mujeres también pueden hacerse responsables y sacar adelante proyectos como en su caso una panadería; aunque, dijo, tienen más trabajo por ser amas de casa; “el reto es importante”, aseguró.

“Sí se puede, claro que todo por más difícil que sea tiene solución y si tú te empeñas y te gusta, claro que como mujer te das habilidades para ser tanto ama de casa como trabajadora. Y si eres la patrona, también, sí se puede”.

Esta tahonera da empleo actualmente a seis personas, en dos jornadas de trabajo al día; ella está presente en ambas, desde antes que amanezca, hasta que todos los vecinos van a dormir.

Actualmente, aunque ya hay más presencia de mujeres en diversos ámbitos e incluso es responsabilidades importantes, la lucha sigue, en busca de mejores condiciones y de ser valoradas en todos los aspectos.

Perla Rodríguez Contreras

Especial/Enlace magazine

 

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