México, entre dos fuegos
La contención como un medio de detener la migración indocumentada ha traído sus frutos, pero también ha puesto a prueba a un país que no ha sabido responder a las necesidades del momento.
La utilización de la Guardia Nacional para frenar el paso de indocumentados ha puesto en entredicho el papel de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, y su total ceguera para sancionar los atropellos que diariamente se cometen al tratar de cumplir con los compromisos hechos al gobierno de Estados Unidos.
Por otro lado, el incremento en el número de solicitudes de asilo a más de 62 mil, engrosa la población flotante y la ha convertido en una carga púbica para el erario gubernamental en sus 3 niveles.
Y más aún quien por muchos años bajo la protección de la iglesia esgrimió la espada en defensa de los derechos de los inmigrantes hoy aplaude las acciones del gobierno federal y critica la llegada de los inmigrantes a este país
México está a dos fuegos, y sin una salida.
A nivel doméstico, la situación no ha cambiado gran cosa; la política es detener y deportar. Aunque existe un protocolo de atención a migrantes sostenido por 24 dependencias, en esencia no aporta gran cosa a la causa.
Durango está muy lejos de entender lo que significa la migración y lo que esta trae aparejado.
Pero, se visualiza que pronto los connacionales duranguenses serán tomados en cuenta; pues parte de la reforma electoral contempla a este sector para ejercer el voto, esto, aún y con la resistencia que el Congreso del Estado ha tenido sobre este particular.
El letargo se mantiene en las comunidades en el extranjero, y están a la espera del llamado de sus partidos, aunque no muchos están afiliados a ellos. Podría entonces caber una candidatura ciudadana que dejara fuera a estos y permitiera una real posibilidad de competir en función del conocimiento y la experiencia, entonces de nueva cuenta sería la voluntad del Congreso la que pesaría para elegir un representante de los migrantes.
Por Luis Ángel Galván
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