Espejos
La triste realidad de lo que sucede lo largo de la frontera sur de México con Guatemala es simple y sencillamente lo que a diario ocurre entre la frontera norte de México y los Estados Unidos, sólo que con una gran diferencia: la detención y represión de los transmigrantes es brutal, así como el trato que se recibe de quienes en teoría son responsables por vigilar que los derechos de los migrantes sean respetados.
Han sido repetidas las ocasiones en que los diversos grupos y organizaciones no gubernamentales han levantado la voz para hacer visibles estas denuncias, sin embargo la nueva política migratoria gubernamental enfocada en establecer un puente de relación fraterna con el vecino de al lado ha reemplazado lo que también por años ha gritado México y no ha cumplido, y que es el respeto a los Derechos Humanos.
Hoy se hace necesario un cambio de rumbo, una mejor dirección y una mayor visión de la movilidad humana.
Las redes sociales se inundan de críticas donde los “invasores” deben ser regresados a sus países de origen, pero se olvidan de que sus antecesores hicieron exactamente lo mismo sólo que en el país vecino.
A nivel local el panorama ha cambiado, o por lo menos en teoría así se ha planteado, la posibilidad de ejercer su voto los migrantes duranguenses desde el extranjero en el 2021 permitiría la participación política y la construcción de puentes de entendimiento que visto desde la óptica de los dirigentes políticos podrían ser un buen capital político para el 2022.
Cambios
Mientras tanto, el relevo en la representación del gobierno de Durango en Chicago, Illinois, merece un análisis y la elección de quien esté al frente debe ser hecha por su capacidad, empatía y conocimiento de la diáspora mexicana y no por caprichos o recomendaciones que desemboquen en ausencia de resultados, poco interés hacia las comunidades y lo más grave: el incremento de divisionismo fomentado por actitudes narcisistas que poco ayudan a lo mucho prometido y poco cumplido.
Por otro lado se ha hablado de una nueva política municipal, esta incluiría por supuesto el rubro migratorio. El relevo en la coordinación para atención a migrantes oferta una opción, y aunque el ahora responsable no ha hecho público ningún plan de trabajo, salvo conocer más acerca de los deportados, la tarea no es poca, el acercamiento con las comunidades tanto de origen cono en el extranjero deberá de ser genuina, máxime cuando ya se oficializó la cancelación del 3×1; es decir, les cerraron la llave a los 3 órdenes de gobierno y no habrá los recursos extras para promover avances y logros en los municipios.
Este es un 2020 de oportunidades para la migración, las cuales deberían ser valoradas para un beneficio común y no personal.
Por Luis Ángel Galván Peimberth
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