DURANGO, Dgo.-Axel Gerardo Sánchez Sánchez, un joven de 20 años de edad, fue sometido a la amputación de su pierna derecha a los tres días de nacido, de tal manera que desde que tenía un año usa una prótesis para poder caminar por él mismo.

“Me la amputaron porque hubo un problema en la última semana de gestación, se me enredó una banda fibrosa que venía entre la placenta, trituró el hueso de mi pierna y nací con gangrena, si no me lo amputaban iba a morir, me lo intentaron salvar tres días, pero la gangrena seguía subiendo”.

La vida para este joven no ha ido fácil, su situación como persona discapacitada lo ha llevado a realizar actividades que le permitan ganar un ingreso para solventar sus necesidades.

La situación económica por la que atraviesa la familia ha sido muy complicada, así como la de salud por lo que se vio en la necesidad de trabajar.

Su madre tiene estrés postraumático, y su hermano padece de esquizofrenia, él quedó como el hombre de la casa y tiene que responder por los gastos que el hogar demanda.

La mayor parte del tiempo este joven se encuentra en el estacionamiento de un conocido supermercado ubicado sobre bulevar Instituto Politécnico Nacional; “junto carros, le ayudo a la gente a lo que ocupe, así gano algo”, y agregó, “hago solamente lo que puedo, a mi ritmo, no me presiono, simplemente hago lo que yo puedo hacer”.

Si bien Sánchez recibe dos mil 550 pesos cada dos meses como un apoyo gubernamental por ser persona discapacitada, se trata de un monto insuficiente

Para Roberto Fragoso Tavison, de 35 años de edad pasó a ser parte del grupo de personas discapacitadas luego de un accidente, donde perdió una pierna.

“Mi discapacidad es motriz, me amputaron hace unos 11 años. Iba para Mazatlán y por los baches de la autopista se ponchó mi llanta, empecé a dar vueltas, estuve en coma, perdí la memoria”.

Afortunadamente vive para contarlo, sin embargo, todos los días se enfrenta a un reto complicado, sale de casa, sobre su silla de ruedas, en busca de vender paletas sobre algunos de los cruceros de calle Nazas.

De él depende su madre y un hijo, por lo que asegura que no puede quedarse de brazos cruzados, y ante ello, sale diariamente en busca del sustento.

Fragoso Tavizon logra como cantidad máxima 200 pesos al día, si trabaja prácticamente toda la jornada. Pero no le queda de otra, tiene que volver a casa con dinero. Contó que pese a que ha metido papelería para obtener un apoyo de parte de Gobierno, se lo han negado.

En sus intentos por ser parte del padrón de beneficiarios, dijo haber sido testigo de la inclusión a estos programas sociales le tocó ver cómo incluyeron a una persona solamente porque le faltaba un dedo, pero a él se lo negaron, incluso pese a que su discapacidad es mayor.

Aunque su día a día es complicado, se mantiene positivo, “cuando veo a un discapacitado me voy con él, no me gusta verlos aburridos o tristes, se tienen que animar. Hay que aceptar lo que nos pasó en la vida. Mucha gente no entiende eso. Pero hay que echarle ganas a todo”.

Preguntado, Israel Soto Peña, secretario del Trabajo y Previsión Social, explicó que, “las personas con discapacidad están en el autoempleo, las que por sus propias condiciones les permite que puedan realizar alguna actividad, y hay algunas que están involucradas en las actividades formales, que no son autoempleados, pero que están prestando su servicio en una empresa”.

El funcionario estatal reconoció que entre los pendientes a este sector está la colocación y apertura de las empresas a generar vacantes.

“Falta mayor apertura por parte de empresas, a veces involucrar a una persona con discapacidad, requiere adecuar la infraestructura de trabajo, el espacio para que puedan realizar su actividad, y eso tiene costos, y a veces las empresas se limitan para llevarlas a cabo”, apuntó.

En datos de esta secretaría, en lo que va de este sexenio, se han colocado a mil personas.

De acuerdo al Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia, (DIF); se han brindado atención a 23 mil 133 personas con algún tipo de discapacidad, esto a través de la Red Estatal de Rehabilitación.

Según este organismo asistencial, entre los principales tipos de discapacidad está el intelectual, visual, neuromotora musculoesquelética y auditiva.

En el estado de Durango, de acuerdo a la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STyPS), hay 101 mil 953 personas con discapacidad en algún espacio laboral,

De estos, 79 mil 796 están debidamente asegurados por sus patrones, mientras que 22 mil 138 no están afiliados a ninguna institución de salud. En general, se trata de 53 mil 921 mujeres y 48 mil 032 hombres.

Por otro lado, la población con alguna limitación es de 217 mil 850, y con algunas condiciones de salud mental, 22 mil 477.

Por Perla Rodríguez Contreras

Especial/Enlace magazine

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