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Los servicios de salud son elementales, y aunque a causa del periodo de contingencia decretado por la pandemia del COVID-19 los esfuerzos médicos se han enfocado en tratar de contener los contagios, es inevitable pensar de qué forma han continuado trabajando las otras áreas al interior de los hospitales que atienden otros padecimientos y urgencias cotidianas.

Joel Murguía Corral médico director del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), no han relegado ningún servicio médico, hay consulta, cirugías y se siguen internando pacientes.

 “El hospital se encuentra en este momento en una saturación desde un 48% mínimo hasta un 62% máximo”,  y agregó “ha sido un gran esfuerzo de parte de todo el cuerpo médico por la condición de pandemia, la condición de riesgo médico de pacientes que se pueden infectar afuera y requirieran reclusión en el hospital para tratamiento, de tal manera que han continuado con la consulta externa”.

De acuerdo al decreto oficial de inicio de la cuarentena por el coronavirus en la República Mexicana emitido el pasado  23 de marzo del 2020 obliga a las instituciones del sector salud a brindar atención médica a quienes han sido contagiados sujetándose a un estricto protocolo.

 “A todos los pacientes agendados en las diferentes especialidades en la consulta externa se les ha dado la atención, solamente con el paso del tiempo y las indicaciones de los protocolos que México nos ha indicado, de evitar los hacinamientos y la acumulación de grupos, había especialidades como por ejemplo rehabilitación, que sí fue suspendida, ya que ahí acudía mucha gente y lo que menos queríamos era que la gente tuviera contacto con otras.”

Octavio M. acudió al servicio de urgencias del ISSSTE a inicios del mes de junio debido a una fractura de muñeca, debido a la gravedad de la lesión requería un ortopedista, en su experiencia, dice que “la atención fue rápida ya que en el área que no está destinada a COVID-19 hay muy poquita gente y en los pisos también, entonces está muy ágil el proceso. De igual forma me dieron de alta al día siguiente de la cirugía. Realmente en lo que sí he tenido que gastar es en radiografías.”

Julia R. es otra de las pacientes que tuvo que acudir al ISSSTE después de tres consultas previas con diferentes médicos, ya que uno de ellos le informó que debido a los síntomas que presentaba era muy probable que tuviera coronavirus.


Atendiendo a las indicaciones, la familia de Julia R. la trasladó al servicio de urgencias del ISSSTE, pero no le permitieron el acceso a las instalaciones, ella revela que el vigilante le indicó el paso a una carpa que está colocada en el estacionamiento y se tardaron entre una y dos horas en atenderla.

“No me auscultaron como yo esperaba, nada más me dieron cualquier pastillita, me dieron la receta con loratadina, paracetamol y un inhalador, y ya me vine a mi casa. Debido a lo mal que me sentía en los días siguientes, mi hija habló a un laboratorio para que me hicieran la prueba de la Covid-19, y tuvimos que pagar para que me hicieran la prueba.”

Para Julia. El servicio si ha cambiado; “a comparación de otras ocasiones que ya había acudido, antes sí me atendían bien, me consultaban bien y me daban otro trato. En esta ocasión yo fui a que me ayudaran, a hacer uso de mi derecho como trabajadora, y ni siquiera hicieron la lucha de hacerme un estudio o algo. Más bien me sonó como amenaza el hecho de que me dijeran que si yo quería me dejaban internada, pero que me iban a juntar con los pacientes con Covid”.

Por otra parte, Valeriano Ibáñez De la Rosa, médico y titular de la Jefatura de Prestaciones Médicas del Instituto Mexicano del Seguro Social,(IMSS), dio a conocer que están trabajando con diferentes estrategias, esto como medida durante la contingencia para pacientes diabéticos e hipertensos.

“Con la intención de atender a los usuarios y derechohabientes, las unidades de medicina familiar continúan prestando el servicio y han implementado algunas acciones de seguridad, de control y de precaución para el ingreso y el interior de las unidades. Asimismo, hemos solicitado a la población que atienda algunas indicaciones muy precisas, como acudir solamente el interesado (paciente), o hacerse acompañar solamente de una persona (en el caso de los adultos mayores), incluso puede ir hasta un familiar o una persona de confianza para solicitar los medicamentos cuando son pacientes con enfermedades crónicas y pacientes controlados.”

Otra estrategia ha sido el uso de la receta resurtible, es decir, en una sola exhibición se entrega una sola dotación al paciente, o se le facilita el medicamento hasta por tres meses.

El total de la población de pacientes hipertensos registrados en el IMSS es de 98,980. Además informan que han realizado 59,980 consultas subsecuentes a pacientes diabéticos durante el mes de mayo.

Alejandro es paciente del IMSS, y padece diabetes desde hace cinco años, en esa misma institución le fue detectada la enfermedad.

 En el mes de marzo acudió a su cita con el médico familiar, le programaron la próxima cita para el mes de julio, y le dieron medicamento para los tres meses siguientes pero incompleto. Por indicaciones del personal de farmacia, acudió nuevamente más de cinco veces por el resto del medicamento faltante, y en cada ocasión le argumentaban que no lo tenían en existencia.

 Debido a que el medicamento es vitalicio para controlar su enfermedad  crónica, tuvo la necesidad de comprarlo.

“En la farmacia me traían a vuelta y vuelta, en cinco ocasiones que me dieron la receta resurtible no tenían el medicamento, pero lo raro es que la receta sí me la sellaban como si me hubieran entregado el medicamento, y me decían que fuera la semana que entra a recogerlo, después la siguiente semana, la próxima semana, y así sucesivamente, entonces es algo que yo necesito para mantener el debido control de mi enfermedad, y como nunca tenían la medicina, me vi en la urgencia de comprarlo por fuera.”

 Murguía Corral enfatizó que han tratado de mantener la atención en todas las especialidades como cardiología, medicina interna, cirugía, pediatría, así como neurología, pero confiesa que “les ha costado un gran trabajo y mucho esfuerzo porque se les han ido muchos médicos apegados al decreto presidencial, entonces han tratado de sustituir a ese personal, reagendando o acomodando en otros turnos.”

Dijo además que,  “les ha favorecido mucho que la gente ha tomado consciencia de forma muy particular y han dejado de acudir; ellos han abandonado la consulta, tal vez porque no lo requieran y no sea tan apremiante, sin embargo, en aquellas personas que requieren acudir por una incapacidad subsecuente o un medicamento se les ha seguido recibiendo, en el  ISSSTE no se le ha suspendido a nadie su consulta, ni siquiera la cirugía. Sí disminuyó de un tiempo una parte las cirugías que no son apremiantes, pero fue por beneficio de los mismos pacientes que no se atrevían a venir y preguntaban.”

No sólo es Covid-19

Las instituciones de salud han tenido que atender la situación propia de la pandemia por coronavirus, pero queda claro que hay muchas otras enfermedades y padecimientos que deben ser atendidos con la misma prontitud y seriedad.  

Rosario N. es enfermera de profesión desde hace seis años, y da a conocer que “desde el inicio de la pandemia hasta la fecha, sí aumentó la carga de trabajo, ya que hay que atender a los pacientes que regularmente se atendían, además de los nuevos ingresos por un problema respiratorio. Respecto al resto de los servicios hospitalarios yo diría que sí han sido relegados a excepción de oncología y urgencias, esas áreas siguen siendo prioridad”.

Por Elisa Núñez Retana

Especial/Enlace magazine

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