Patria Negada
-Algunos representantes estatales de Estados Unidos están esforzándose por retirar el derecho de la ciudadanía a los hijos de indocumentados nacidos en éste país. Podrían estar cerca.
La idea de reformar la catorceava enmienda de la Constitución de Los Estados Unidos que negaría la ciudadanía automática a los hijos de padres indocumentados nacidos en ese país ha sido una larga lucha que los conservadores republicanos han peleado por casi dos décadas. Los llamados “niños ancla”, son parte de una de las iniciativas que estarán dentro del periodo legislativo en la Cámara de Representantes, mismas que robustecerán las políticas en contra de los inmigrantes indocumentados.
La iniciativa, promovida por John Kavanagh, representante estatal de Phoenix Arizona, va enfocada a una modificación de la catorceava enmienda, la cual dice que todo niño nacido en territorio de Estados Unidos, independientemente del origen o condición legal de sus padres, tiene el derecho a la nacionalidad estadounidense.
El efecto legal de esta iniciativa es que la ley reconozca la nacionalidad americana de un niño nacido en los EU si uno de sus padres es ciudadano estadounidense o inmigrante legal.
Ya algunos estados se han unido a esta lucha, entre ellos Pensilvania, Delaware, Idaho, Indiana, Michigan, Misisipi, Montana, Nebraska, Nuevo Hampshire, Oklahoma, Texas, Utah y Arizona.
La ley de inmigración establece que hasta que los nacidos en ese país no cumplen los 21 años -la mayoría de edad legal en Estados Unidos- no pueden patrocinar la petición de residencia de ninguno de sus familiares. Un análisis hecho en el pasado encontró que el 63 por ciento de los representantes estatales republicanos, el 44 por ciento de los senadores del mismo partido y el 59 por ciento de todos los seguidores republicanos reconsidera la ciudadanía como un derecho de nacimiento.
Para Josefina Hernández de San Luis “Llegué hace un año a Texas, pero nunca pensé que mi bebé fuera a nacer aquí”.
“Llegué hace un año a Texas, pero nunca pensé que mi bebé fuera a nacer aquí y aunque sé que él recibirá todos los derechos como cualquier niño americano la diferencia a si hubiera nacido en México para mí es igual”, dijo Hernández. Señaló que sería casi imposible que esta iniciativa entrara en vigor “pues son muchos los bebés, no creo que esto pudiera afectarles”, expresó al respecto. Por su parte, Teresa Tamayo, originaria de Durango, ciudadana americana desde hace 30 años y residente del Condado de Dallas, expresó que esta propuesta es una situación completamente fuera de lógica.
“Esto es de una mente retorcida, si nació aquí es americano y punto, no hay ni que debatir, si los dejamos que hagan esto, entonces van a seguir y no lo podemos permitir” y agregó “esto va derechito contra los mexicanos y no se vale”. Tamayo agregó que el rechazo hacia los inmigrantes proviene también de los mismos latinos que ya pudieron regularizar su situación y que fingen no recordar lo que tuvieron que pasar para estar de manera legal en los EU.
De acuerdo a un reporte del Centro de Investigación Pew Hispanic, un análisis del Buró del Censo de los Estados Unidos dice que un estimado de 340,000 de los 4,3 millones de bebés nacidos en los Estados Unidos en el 2008 fueron hijos de inmigrantes indocumentados.
El reporte también señala que entre el cuatro y el cinco por ciento de los 5.1 millones de niños, menores de 18 años, hijos de inmigrantes indocumentados nacieron en este país y por lo tanto son ciudadanos americanos. Fernando Osorio Bahena, presidente de la asociación “Amigos de la Comunidad” de El Salto, en el Estado de Morelos, y quien actualmente reside en Bakersfield, California, expresó que esta propuesta es sólo una reacción en contra del avance latino en los Estados Unidos de Norteamérica.
“Este cambio tendría que hacerse desde la Constitución y creo que sería muy difícil, aunque en este momento hay una fuerte ola antiinmigrante y en esta propuesta veo el miedo de aquellos que la promueven, el miedo a la creciente comunidad latina tal parece que le temen al desarrollo de los latinos”, 12 expresó Osorio Bahena. Esteban Jasso, sacerdote jesuita de la iglesia de Fort Worth en Texas, dijo que este tema a nivel estatal y federal ha proliferado en los últimos días y señaló que crear una nueva ley en este aspecto solo traería un desgaste inútil de energía y la creación de más problemas que en este momento no se necesitan.
“Ya existe una nación para los que han nacido aquí, creo que lo mejor es reparar este sistema de inmigración que está descompuesto. No es necesario poner un parche donde no lo requiere, además ya otros estados están creando leyes que en nada benefician”, y agregó, “una reforma migratoria traería un beneficio económico de 1.5 trillones de dólares por concepto de servicios, estamos ciegos si no lo queremos ver”.
El padre Jasso puntualizó diciendo que es momento de orar, estudiar bien la situación y aprender el idioma para cuando llegue la reforma migratoria. “No es necesario poner un parche donde no lo requiere”
Finalmente, José Ángel Gutiérrez, profesor de la Universidad de Texas en Arlington, EU, analista político de Texas, dijo que esta iniciativa no tiene ninguna base y está dirigida en contra de los mexicanos. “Esta propuesta que en estos momentos se están emergiendo es sólo con fines políticos, la reforma o mejora real al estado de vida sólo es una retórica política, es ganancia y capital para los antiinmigrantes”, puntualizó Gutiérrez al respecto del controversial tema.
Por Ángel Peimberth
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